El sexo está lleno de fantasías y deseos que la mayoría disfruta en secreto. Mientras que algunos fetiches son abiertamente aceptados, otros siguen envueltos en tabúes, aunque sean increíblemente comunes. Aquí te cuento algunos de los fetiches más populares que muchos practican, pero pocos se atreven a reconocer.
Uno de los más extendidos es el fetiche por los pies. Besarlos, lamerlos, o simplemente admirarlos puede ser altamente excitante para muchos hombres. Y no, no es algo extraño: los pies están llenos de terminaciones nerviosas y pueden convertirse en un potente detonante de placer.
Otro clásico es el juego de dominación y sumisión. Más allá de los estereotipos, este fetiche tiene que ver con la entrega y el control, elementos que pueden elevar la conexión y el placer en la cama. Desde un simple rol dominante hasta prácticas más intensas como el bondage, esta dinámica es más común de lo que la gente se atreve a admitir.
El voyeurismo y exhibicionismo también encabezan la lista. La excitación de ser observado o de ver a otros en acción es algo que enciende a muchos hombres. Desde hacerlo con la ventana entreabierta hasta disfrutar de un buen show en vivo, la idea de ser visto o espiar puede ser un gran estímulo sexual.
No podemos olvidar el fetiche por la ropa interior y prendas específicas. Hay quienes se excitan con un jockstrap bien ajustado, un calzoncillo usado o incluso con la textura del cuero y el látex. La ropa juega un papel erótico importante y puede intensificar la experiencia.
El deseo tiene mil formas, y el placer no debería estar condicionado por el miedo al qué dirán. Lo más importante es explorar nuestras fantasías con consentimiento y seguridad, disfrutando sin culpa de lo que realmente nos excita.