Para nosotros, los hombres, fortalecer el suelo pélvico puede marcar la diferencia entre un orgasmo promedio y una experiencia explosiva. Si quieres mejorar tu resistencia, controlar mejor tus eyaculaciones y disfrutar orgasmos más intensos, es hora de incorporar los Kegel a tu rutina.
El músculo pubocoxígeo (PC) es el protagonista de estos ejercicios. Es el mismo que activamos al detener el flujo de orina a mitad de camino. Entrenarlo significa tener un mejor control sobre la erección y la eyaculación, algo clave para quienes buscan mayor duración y mejor rendimiento en la cama.
Realizar los ejercicios Kegel es sencillo. Aprieta el músculo PC durante tres segundos, relájalo y repite diez veces. Con el tiempo, aumenta la duración de la contracción hasta llegar a diez segundos. Hacer tres series al día puede fortalecer tu control y potenciar tu placer sexual.
La clave está en la consistencia. Como cualquier entrenamiento, los resultados no llegan de la noche a la mañana, pero con disciplina empezarás a notar cambios en pocas semanas. Además, combinar los Kegel con una buena respiración y ejercicios de relajación potencia sus efectos.
Dominar los Kegel significa tener el control absoluto de tu placer y el de tu pareja. Con un suelo pélvico fuerte, las erecciones son más firmes, los orgasmos más intensos y el juego en la cama más satisfactorio. Si buscas elevar tu sexualidad a otro nivel, este es el camino.